06 enero 2007

SIMON ROYO Y SU COMPLEJO DE NIETZSCHE

Simón Royo, un aspirante a filosófo obsesionado con Nietzsche
Tras casi dos meses sin que Simón Royo mostrara constantes vitales, esperábamos algún artículo más de su áurea serie “Trabajos Inmateriales” con los que últimamente el Mesías Simonastro nos deleitaba pretendiendo imitar al marxista Toni Negri. Pero no. Su último ensayo acaba de aparecer en el número 49 de la revista A Parte Rei, con el “transcendente” título Friedrich Nietzsche y el Cristianismo: De la crítica de la Religión a la muerte de Dios (formato PDF), que es el que vamos a deconstruir hoy.


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Apreciados Royo-bloggers,

Las veintitrés páginas que conforman este estudio personifican la máxima expresión del aburrimiento jamás experimentada en propias carnes por el mortal que os escribe. Ya debe ser triste que seamos sus detractores los únicos seres vivos capaces de tragarnos este estólido tostón que casi nos trasporta al nirvana, o para ser más exactos, a languidecer en decúbito prono.

Parece que las befas sobre tus ínfulas nietzscheanas que hemos desplegado jocosamente en nuestro blog todavía no han hecho mella. Ya te vale, porque hoy no te vamos a perdonar ni una…

El presente ensayo —según explica Simón Royo— es un refrito del cuarto capítulo de su tesis-revelación-san-juanesca Pasajes al posthumanismo (UNED, 2005). Se supone que A Parte Rei es una revista de cierto empaque y, por eso, sería lógico que cuidaran un poco más el contenido formal de sus publicaciones (desarrollo de las ideas, rigor en las citas, ortografía, estilo, sintaxis, etc.). En fin, que se le debe exigir la misma calidad que a cualquier otra publicación en serie, aunque A Parte Rei aparezca on-line. De suerte que nos imaginamos que, en realidad, nadie, absolutamente nadie supervisa lo que ahí se va publicando… No os preocupéis. ¡Ya nos encargamos nosotros!

No es por nada, pero Simón Royo vuelve a revelarnos la fórmula de la sopa de ajo. Será por candor o ignorancia, pero teníamos el convencimiento de que en las tesis, el doctorando propone un supuesto genuino e innovador que debe desgranar y demostrar a lo largo de su trabajo. Si este artículo remozado refleja fielmente la tesis dirigida por el clueco de Quintín Racionero, únicamente nos queda el lamento por el ínfimo nivel expuesto y por la chocarrera politiquería que rezuma.

Para aquellos que quieran ahorrarse un par de horas de su preciosa existencia, os resumimos a continuación el “contenido” de su artículo. Que no os “repita el ajo”. ¡Estáis avisados!

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Simón Royo, como nos tiene acostumbrados, rellena el pavo con citas insubstanciales, fragmentadas y descontextualizadas. Entender lo que escribe exige de un esfuerzo del que os queremos exonerar, pues el empacho de referencias forzadas, la ausencia casi total de comas, las oraciones subordinadas a las que le faltan las oraciones principales y los “palabros” que se inventa agotan al lector más curtido. ¡Qué diferencia con la ingeniosa prosa de Nietzsche!Nietzsche, testigo mudo de la mediocridad que le invoca

En resumen, lo que Simón Royo presenta aquí es la doctrina del vitalismo nietzscheano, que fusiona y supera el espíritu trágico griego y el epicureismo. Apoyándose en Nietzsche, Royo acusa al cristianismo y a todas las creencias y sus consiguientes ficciones del consuelo —sean escatológicas, científicas o artísticas como en Wagner y Schopenhauer— de distraer al común de los mortales de la conciencia de su finita existencia. La afirmación de la vida, la certidumbre de la muerte y un espíritu libre serían los máximos y más preciados valores. ¡O sea, Nietzsche en 60 segundos!

De paso, Simón Royo, para explicarnos en veintitrés páginas lo que en cualquier manual de secundaria se expone palmariamente en un solo párrafo, le da por roerle la médula al pobre Miguel de Unamuno (por antirrevolucionario y nihilista, claro) y a todo sentimiento de transcendencia espiritual (sea cristiana, hinduista, budista o mística), que él reduce a mero instrumento capitalista y vacuna contra la cobardía pueril por el miedo a la muerte. ¡El simplismo llevado al límite exponencial, como siempre!

Y cómo no, siguiendo a Nietzsche, lo que Simón Royo busca son puntos de apoyo que le permitan insertar las “cuñas publicitarias” de su propia ideología. Por ejemplo, la ininteligible chorrada que escribe en este párrafo:

(pág. 2)
La totalidad del valor de la vida es un valor relativizable respecto a las metas o realizaciones de esa vida, respecto al sentido a priori, su constructividad en el ámbito de la emergencia de la política, constituye el trasfondo de los valores de la izquierda, por lo que es una apuesta vital la aceptación de la existencia a pesar de no ser racionalmente justificable.

Sin embargo, Simonastro todavía tiene más mensajes de macho alfa para la Humanidad, especialmente para los tontorrones que se levantan por las mañanas para ir a trabajar (entendemos que él se entrega a la galbana matutina gracias a su excedencia de funcionario). Si leéis con atención, sus fantasías megalómanas de profeta y filosofastro quedan reflejadas con total claridad:

(pág. 11)
La creencia es una necesidad que implica una debilidad, la necesidad de agarrarse a algo, no importa lo falso y mentiroso que pueda ser, no importa lo negativo y perjudicial que pueda resultar, con tal de continuar en la vida, en una vida cuyo valor se oculta y se esconde. La mayoría de los hombres de hoy día se niegan a preguntarse acerca de las razones que tienen para levantarse cada mañana y acudir a su rutinario trabajo. Se apoyan en la costumbre y se justifican por creencias compartidas, que les otorgan un significado ficticio de la vida. Si alguna vez se atreven a interrogarse a sí mismos verán todo zozobrar y temen vivir en la zozobra, es decir, en la vida real, material, no ficticia, con todo su placer y sufrimiento. Pocas personas, por tanto, se preguntan acerca del sentido de su compulsiva actividad vital y, cuando lo hacen, sienten dolor y zozobra; entonces, sacudiendo la cabeza, se desembarazan de la funesta manía de pensar y rechazan el asalto a la cuestión existencial. […] Tan sólo el filósofo y el artista llegan a tener conciencia de que no hay ningún sentido predeterminado de la existencia: la vida no es ya sólo amoral, sino que además carece de finalidad alguna que pueda estar prevista de antemano, exceptuando la muerte. El filósofo lo tienen en cierto modo más fácil, se levanta todas las mañanas para precisamente preguntarse por el *por qué (sic, ver faltas) de levantarse por las mañanas, para aprender a morir, es decir, a vivir realmente y sin tapujos.

Claro, Simón, qué afortunados somos de que seas “filósofo y artista”. Hay que prevalecer por encima del decrépito humanismo y luchar por la suprahumanidad que TÚ y SÓLO TÚ encarnas.

Más adelante, y siendo fiel a la testarudez de cierta izquierda de ver a Nietzsche como a un anarquista, Simonete incluye esta perorata que tantas veces hemos visto ya en todos y cada uno de sus deletéreos artículos. ¿A que os suena a déjà vu?:


(pág. 21)
A la globalización actual se oponen no *solo (sic, sin acento) los tribalismos étnicos, formas de vida que vuelven a resucitarse tras un largo período de letargo, sino las opciones individuales de contracultura, modelos palpables de rechazo de la formulación general. Así, el capitalismo, al afán de consumo ilimitado del burgués occidental, se oponen ciertas prácticas de austeridad que no impliquen renuncia ni negación nihilista; a la respuesta al consumo masivo incitado por los medios de comunicación, los minoritarios (nota: te refieres a lo que estamos pensando?), necesitados de cultivo previo; a las relaciones de pareja legitimada judicial o vicarialmente, la unión libre (nota: al menos tu hijo está inscrito en el registro, no???); al trabajo y el consumo como núcleos de actividad, las actividades de ocio no consumista sino constructivo-formativo y la limitación del trabajo a mera forma de subsistencia (nota: tú ni trabajas, no???)



¡Puff, tío, pero qué “royo”! ¡Vaya un plasta! ¡Cuánta afectación!



Dios geómetra en la Bible Moralisé (1250)


Pero es que hay más, Royo-bloggers… Volvemos a tener al Mesías Simonastro “modelo deicida”:

(pág. 23)
El mayor impedimento para semejante tarea estriba en la pervivencia de la escatología jedeo-cristiana bajo la máscara del capitalismo triunfante (monoteísmo del mercado), en la sustitución de la paideia por el Beruf, de la veracidad por la mentira, del ocio libre por el trabajo de esclavo, de la plenitud vital por la sumisión al dinero erigido en máximo poder. Dios sobrevivió a su muerte a manos de Nietzsche, por lo que habrá que abordar la fea empresa de rematar a Dios para que pueda haber un retorno de los dioses.


Si no recordamos mal, el último que reinstauró el neopaganismo fue der kleine Adolf


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Sinceramente, Simón, lamentamos decírtelo, pero es que no hay ni una sola idea nueva. Simplemente te aprovechas de los aforismos de Nietzsche para trocarlas en propaganda anarco-comunista de lo más simplista. Escuetismo que también prodigas cuando hablas de religión y de la transcendencia humana como elementales reflejos de los miedos humanos. Nos tememos que hay mucho más que eso, por no mencionar tu risible vinculación del sentimiento transcendente con el capitalismo. ¿Acaso no hay diferentes lecturas del cristianismo o de cualquier otra fe? Hay muchos grados de entender la religión o la transcendencia incluso desde una perspectiva laica, agnóstica o atea. Por supuesto que cuando la religión está al servicio del poder, forma parte de él y debe ser objeto de crítica. ¿Entonces, por qué no hablas de las teocracias dictatoriales que matan a miles de personas HOY y delante de nuestras narices?

Y tras ese ensalzamiento tuyo del hombre de acción trágico à la Nietzsche, sospechamos que se esconde algo bastante oscuro: una puerta abierta a la eclosión de instintos primarios, a la testosterona barata, a las fantasías de agresor… Pretendes hacernos creer que eres un vitalista y que tu vida y tu forma de vivirla te pone por encima de todos los demás. ¿Sabes qué? Lo único que haces al escribir estos embrollos es recrearte en la ficción de ti mismo. Te fantaseas en cada línea. ¿Crees que no nos damos cuenta?

***

Paramos aquí para no cansaros más. Ahora adentrémonos en el apartado de faltas y simonismos gramaticales. ¡Hoy hay a raudales!

Faltas de ortografía y sintaxis. De vuelta al cole:

• (pág. 2) Construcción sintáctica absurda:

*Si bien es el amor a la vida lo que genera el arte y es la imaginación la que ensancha y embellece el mundo con figuras como el unicornio, siendo también la imaginación la que empequeñece la existencia despreciándola mediante la construcción de figuras como la de un celoso y vengativo Dios único, omnipotente y absoluto.

• (pág 2) *"Y aquél espíritu" ("aquel" debe ir sin acento)

• (pág 3) Alucinante, alucinante, alucinante... El devoto de Nietzsche escribe el adjetivo "nietzscheano/a" MAL OCHO VECES:

-- (pág. 3) *"epicureismo nietzschiano" y además sin acento cuando debería ser "epicureísmo nietzscheano"

-- (pág. 7, nota) *"nietzschiano" otra vez!

-- (pág. 9) *"moral nietzschiana"

-- (pág. 10) *"variantes nietzschianas"

-- (pág. 13 y nota) *"incredulidad nietzschiana"

-- (pág. 14) * "nietzschiano" otra vez!

-- (pág. 16) *"muerte de Dios nietzschiana"

• (pág 4 y ss.) El título de Unamuno no es San Manuel Bueno Mártir, sino San Manuel Bueno, mártir (hace daño a la retina!)

• (pág. 4) Escribes dos veces “ópera” sin acento!

• (nota pág. 4) La famosa editorial alemana es Walter de Gruyter y no “Gruyer

• (pág. 11) Se te escapa Die “fröliche” Wissenschaft en vez de “fröhliche”; el “por qué” es incorrecto, debe ir junto “el porqué”.

• (nota pág. 13) Aquí demuestras que no tienes pajolera idea de alemán:

-- Escribes “Wüsten” en plural, cuando en realidad pretendes decir “Wüste” en singular.

-- Escribes mal “Wildniss” cuando es “die Wildnis

-- También escribes mal el título de Nietzsche. No es Dyonisos” sino “Dionysos Dithyramben


• (nota pág. 19) No es “ich libe” sino “ich liebe”; y pones “pródigo” sin acento.

• (pág. 21) “no solo” cuando debe ser “no sólo


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, Joseph K., parece que a Simón le ha tocado un montón de carbón. Tu capítulo "faltas ortográficas" le sentará como un tiro.

Por cierto, el gran Mesías ha vuelto a hablarnos desde su montaña sagrada. He aquí su última contribución en Rebelión (otro trabajo inmaterial, por cierto):

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=44330

Esperamos que lo deconstruyas pronto.

Joseph K. dijo...

Gracias, Athena, por ponerme al día. ¡Siempre tan perspicaz!

Le he echado un vistazo al artículo. ¡Vaya, ahora va a ser que ni Stalin ni Krushev no presionaron al pobre Pasternak, que murió acorralado, prácticamente exiliado en Peredelkino y en la miseria por la persecusión política a la fue sometido!

¡Доктор Живаго resulta que es autobiográfica, comandante Strelnikov!¿No recuerdas que Lara desaparece porque se "sugiere" que se la llevan a un gulag?

¡Simonete reescribiendo la historia!¡Jopetas, ya sólo nos faltaba eso!

Anónimo dijo...

¡Saludos de nuevo a todos los Royo-bloggers!

No hay duda de que hoy no le has perdonado "ni una". A Simón le pasa lo que a muchos aficionados a la filosofía, y es que no sabe ni alemán ni griego por mucho que recite en voz alta a Heidegger y Aristóteles. Pero lo más grave es lo que Joseph K. desenmascara con tanta exactitud: sus carencias en español.

El principal intrumento de un filósofo es el lenguaje. Con él construye el pensamiento y desarma al oponente. El déficit expresivo de Simón es intolerable, tratándose de un doctor becado y profesor freelance.

Te recomiendo, cuando tengas tiempo y ganas, que revises este artículo publicado en la UCM. Te aseguro que está plagado de faltas, así que, como muy bien dices, resulta evidente que nadie supervisa a nadie.

Felicidades por tu esfuerzo y constancia.

Anónimo dijo...

Joder, Royo-bloggers, JODER:

acabo de leer el artículo que nos citaba la bella Athena en su comentario 1... ¡y me he dado cuenta de que todo él es una suerte de crítica a los que escribimos en este blog! Releed, releed sobre todo los párrafos finales: parecen dedicados a nosotros, "pobres individuos" que nos creemos con derecho a criticarle a ÉL, porque no sabemos buscar lo positivo y sólo nos quedamos en lo negativo. Vamos, que Royo ya ha entrado definitivamente en la paranoia esquizoide: ¡se cree un Premio Nobel!

Ya lo comentaremos todo esto con más calma.

Joseph K. dijo...

Qué alegría que estés otra vez por aquí, Georg. ¡Te echábamos de menos!

Tienes toda la razón del mundo. Simonete habla de sí mismo en este artículo de Rebelión. De hecho, como ya he mencionado en esta entrada, Simón siempre nos escribe sobre él mismo. Cuando escribe sobre Spinoza, Pasternak o Nietzsche, en realidad, lo que hace, es proyectarse a sí mismo en una identidad ficticia que va tejiendo día a día. Algo muy postmoderno, por cierto...

El problema es que su romanticismo byronesco -al creerse un revolucionario en una Grecia mental utópica- no le sirve ni para ser un buen escritor, ni para desarrollar un sistema político eficaz. Ahí está su "legado filosófico", estéril y ridículo.

Cuando revisemos este artículo procuraremos en fijarnos mejor en este detelle, Georg.

Por supuesto, agradeceríamos tu propio análisis y el de los otros Royo-Bloggers...

Saludos,
Joseph K.

Anónimo dijo...

Todos los putos progres hijos de perra como este arderán en el infierno, los terroristas y separatistas, los islamistas rojos y masones serán abrasados por la ira de Dios. ¡Arriba España! ¡Viva Cristo Rey!

Anónimo dijo...

¿Por qué no te callas? ¿Royagoras?

http://www.nodulo.org/ec/2007/n069p02.htm

Anónimo dijo...

Este blog es una caca ¿Quién es ese tío? ¿Y a mí qué me importa toda su mierda y la caca con que se le contesta? Esto va de alguna inquina personal, aquí no se piensa.