
Es verdad que la falta de tiempo libre nos acucia a todos. Sí, soy un "esclavo" que trabaja, que tiene pareja, que tiene familia, que tiene amigos... Un desgraciado que "compra capitalistamente" libros, algunos dvds, que mira la tele, que va al cine, que se ríe con South Park. Vamos, un nihilista subsumido en toda regla... Por eso hemos aflojado un poco el ritmo.
Ahora dejo hablar a Georg, pero antes quisiéramos añadir que cuando uno escribe criticando a todo Dios -como haces tú, Simón-, es lógico que uno se exponga así al juicio de los demás. Porque cuando afirmamos que hay muchos pasajes antidemocráticos, antisemitas, machistas u homófobos en tus escritos, Simón, lo hacemos aportando los fragmentos en cuestión. No hay nada punible en ello porque discutimos ideas.
Bueno, ahora trasncribimos el comentario de Georg:
¡Al fin, la solución de las soluciones, la vía de salida perfecta para las cuitas de nuestro Simonastro!

Sí, amigos. Echad una ojeada al último número de la revista Psikeba (http://www.psikeba.com.ar/numero/0004.htm).
Os encontraréis, el primerito, con lo que parece ser un artículo más del hijo del filonazi. Y uno se pone a temblar: ¿qué faltones ortográficos no cometerá de nuevo nuestro semianalfabeto ensoberbecido? ¿Qué atentados contra la gramática no perpetrará el homófobo, machista y rufianesco amiguito de la Oñate y el Quintín? ¿Qué vapuleo a la racionalidad y al sentido común no acometerá este acomplejado, lleno de traumas infantiles que (esperemos) no transmita a su descendencia (a la cual, por cierto, deseamos una infancia mucho más feliz que la del hijito de papá falangista)?
Uno se pone a temblar ante todas estas perspectivas. Y, empero, uno entra en el enlace indicado (http://www.psikeba.com.ar/articulos/
SR_posmodernidad_espectralidad.htm)... y ahí está, ¡la solución de las soluciones! Ahora explicaré por qué.
Eso sí, ¿alguien duda aún de que Simón no se martiriza leyéndonos asiduamente? ¿Alguien hesita acerca de lo afectadito que está nuestro homúnculo por las ideas que barajamos aquí? Pues bien, si aún queda cualquiera con tales vacilaciones, hétenos aquí con que en la susodicha Psikeba aparece la prueba de las pruebas de que Simón, mal que le pese, no puede sino leernos y tenernos presentes.
Pues en el artículo citado (de título tan pomposo e inútil como siempre: "Postmodernidad y deconstrucción: el ámbito de la espectralidad"), Simonete encuentra la solución a sus afanes. "¿Que esos listillos del Royo-Blog se creen imbatibles con sus amplios conocimientos y con su maestría argumentativa? ¿Que se piensan que, escriba yo lo que escriba, siempre se verá en los resultados un reflejo de mis incapacidades intelectivas?", se dijo un día nuestro Simón, mientras se trataba de limpiar los dientes para evitar su continua halitosis. "¡POS YA TENGO LA SOLUCIÓN PERFECTA PARA DEJARLES SIN CRÍTICA POSIBLE! La solución se llama INTERTEXTUALIDAD".
Y ahí está. Cual una Ana Rosa Quintana rediviva, como si de la también lamentabilísima Lucía Etxebarría se tratara, Simón Royo ha apostado ya definitivamente por el PLAGIO puro y duro (algo en lo cual, como ya nos mostró en su día nuestro encomiable anfitrión, Joseph K., ya se ejercitó haciendo de copión... ¡de su propio padre el falangista!).
Eso sí, Simón envuelve esta vez su incapacidad de articular cuatro ideas con orden y sin meter la pata, en una presunta "selección" de textos... de otros. Los otros son citados (con lo cual el plagio no es tanto; lo dicho, quizá él se piense que aquí se trataría, mu' postmodernamente, de la dichosa "intertextualidad"). Pero, sobre todo, uno logra un montón de resultados beneficiosos que no han podido dejar de entusiasmar al vaguete este, subvencionado por la UNED (ahora bien, Simonete, tiembla, tiembla, que en unos poquitos meses ya se te acabó el chollo de tu bequita... ¡y tendrás que volver a tu oscura garita de guarda jurado, pobrecito tú!). Vamos con dichos beneficios:
- En primer lugar, no hay que molestarse en pensar: basta con abrir al azar un libro cualquiera (¡vale incluso "Las mil y unas noches"! No es broma mía: mirad el texto número 7), y copiar un textito del mismo.
- En segundo lugar, si la copia se hace con cierto cuidado (o con un simple "copy/paste"), ¡adiós a las patadas ortográficas tan simonianas, adiós a los errores sintácticos tan sintomáticos de su deficiencia mental!.
- En tercer lugar, según este procedimiento es posible escribir 3 ó 4 artículos al día... lo cual, multiplicado por el número de días que le quedan a nuestro Dómine-Cabra hasta que se le acabe la beca, puede significar... ¡centenares y centenares de publicaciones con que rellenar su exangüe currículo, pa' ver si eso facilita que le caiga dentro de unos meses alguna placita de profe ayudante, otorgada dadivosamente ya sea por la gorda de la Oñate, ya sea por el paranoico del Quintín!
En suma, lo dicho: ¡la solución de las soluciones, la vía de salida perfecta para las cuitas de nuestro Simonastro!
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No me resisto a transmitir aquí otra información que hace poco ha llegado a mis oídos. Al parecer, Simonastro está tan afectado por una página como esta, que ha recurrido al asesoramiento de sus "amigos" (bueno, de lo que él llama amigos... hasta que tiene con ellos experiencias traumáticas como las que describe aquí: http://www.lacavernadeplaton.com/articulosbis/
amistadsimon1.htm ... -por cierto, Joseph, algún día, habrá que comentar ese texto, ¿no te parece? En mi opinión es el más significativo y autodesvelador de todos los que Simonete proyecta sobre su ordenata cuando lo teclea tan patosamente como lo teclea).
Pero bueno, vamos a lo que vamos. Estaba contándoos que Simonastro está como loco preguntando a sus amigos cómo puede acabar con una página como esta, que le está haciendo un daño tremendo a su reputación (imaginaoos: cualquier persona que lea algo suyo, y a la que se le ocurra buscar su nombre a continuación en Google, se topa inevitablemente con esta página, llena de cachondeo y altura intelectual, con lo cual es muy probable... que su opinión sobre Simonastro se vea irremediablemente marcada de entonces en adelante).
Hace meses que Simón dio instrucciones para que nadie entrara aquí a defenderle (pues eso significaba que se nos hacía algo de caso, y, buen conocedor de las técnicas estalinistas, Simón prefería fastidiarnos haciendo como que no existíamos, que no mereciamos ni su excelsa interlocución). Es evidente que esa primera táctica, por lo demás bastante infantil, ha dado lamentables frutos: con abogadetes o sin abogadetes de Simón, aquí seguimos pasándonoslo estupendamente, aprendiendo unos de otros deleitándonos; en suma, haciendo honor al clásico latino y su "Castigat ridendo mores".
La conclusión de todo esto es que ahora Simón y sus "amigos" están pensando en adoptar otra táctica. La explico: se trataría, nada menos, que de denunciarnos ante la Policía-Police-Polizei. (¡Quién nos lo iba a decir! El ácrata, el rebelde, el revolucionario... ¡recurriendo a la ayudita de mamá policía cuando los niños se ríen de él en el parque!).
Ahora bien, para que esa denuncia tuviera efecto, habría de cometerse algún delito aquí. Algo que, de momento, no ocurre ni parece que vaya a ocurrir. A Simón y a las lumbreras de sus amigos se les ha ocurrido entonces... cometer el delito ellos mismos en esta página, ¡para acusarnos luego de ello a nosotros, y lograr así que nos cierren el campo de juegos! Tranquilos, estamos hablando de algún delito relativamente simple: revelar, por ejemplo, la calle donde vive nuestro Dómine-Cabra; o revelar algún otro dato privado que sea constitutivo de delito contra la ley...
En suma, que si observáis algo raro en este blog próximamente, podéis sospechar de que, tal vez, quien lo esté escribiendo no sea sino nuestro becario cerbatana, en uno de los ratos libres que le quedan entre copieteo y copieteo de "intertextualidades" con las que "publicar" sus artículos poshmodernos. Advertidos estamos. Pero, entre tanto, ¡a pasarlo bien!