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Estimados Royo-Bloggers,
Alzad la vista. Una refulgente estrella nos guía a Belén. Muy pronto volverá a cerrarse el círculo de lo eterno y el Mesías reaparecerá entre nosotros regalándonos su luminiscencia cegadora. Vuelve el Sol Invictus, luminaria de la filosofía. ¡Alabado sea el señor!
Yo, Josefo Kalligraphos, más conocido como Joseph K., tengo el honor de poner por escrito con el pulso trémulo de mi cálamo la buena nueva de la llegada de nuestro redentor. La Estrella Simón “Simón Aster” o “Simonastro” está a punto de descender a nosotros y llenarnos con su gracia. Id a Palestina a montar el Belén, justo ahora que va a estallar la guerra civil entre partidarios de Fatah y Hamás. Ha llegado la hora de que la voz de Simonastro se oiga fuerte y nítida.
Ahora cantemos, fieles simonastrinos:
Adoro te devote
Verbum caro panem verum
verbo carnem efficit:
fitque sanguis Christi merum.
Et si sensus deficit,
ad firmandum cor sincerum
sola fides sufficit.
A ti te adoro devotamente
La palabra es carne
y hace carne y cuerpo
con palabra suya
lo que fue pan nuestro.
Hace sangre el vino,
y, aunque no entendemos,
basta fe, si existe
corazón sincero.
Sí, hermanos. Simón Royo es el logos encarnado, el U+N+O indivisible advaita, alfa y omega, lux mundi y verbo flamígero. Azuzará las conciencias de los mercaderes que cuentan sus ganancias en los templos, “abrazará” a las prostitutas, buscará tu otra mejilla para golpearla con su diestra divina. Burgueses y humanistas, hombres y mujeres cobardes que os negáis a regodearos con el olor de la sangre, vosotros, protervos, que sentís horror por el sufrimiento y la muerte, escuchad sus parábolas:
Decía Hegel al final de su Prólogo a la Fenomenología del Espíritu que “la actividad que al individuo le corresponde en la obra total del espíritu sólo puede ser mínima”, pero se equivocaba, puede ser bastante más importante. A pesar del ividualismo neoliberal de átomos mediocres y consumistas que consagran sus existencias a alimentar con su trabajo la máquina de la plusvalía, junto a la acción conjunta de los pueblos nacionales y las multitudes revolucionarias, existen individuos que inciden no poco en la obra total de la Historia. Un terrorista (sea del bando que sea) puede llegar a ser uno de tales individuos.
http://www.aporrea.org/actualidad/a8672.html
¡Ah, voz a ti debida, guía de la noche oscura del alma, amor que mueve el cielo y las estrellas! ¡Oh, hijo de la pura e intangible Postmodernitas —bajo cuyo manto azul celeste se cobijan los que buscan la calidez del amor materno—¡ ¡Tú, oh, hijo no-hijo del carpintero marxista que trabaja con la materia-madera de la realidad! Simón, tú que reniegas de los pusilánimes, tienes, no obstante, un buen corazón filial:
En el caso del terrorismo suicida la paradoja es importante. No se puede detener y ajusticiar al infractor porque está muerto, pero un sistema de justicia que se ha trocado en un sistema de la venganza no puede quedar satisfecho con el hecho de que el terrorista, de facto, haya pagado ya con su vida el atentado, y tiene que descargar su venganza sobre alguien. […]
No es el caso de colaboración con banda armada el de una madre, pues en casa de nuestras madres todos tenemos acogida seamos lo que seamos y hagamos lo que hagamos, y nuestras madres nada tienen que ver con lo que nosotros hagamos con nuestras vidas. Me imagino que derriban la casa de mi madre a causa de mis escritos en Rebelión y me imagino a mí intentando explicar a la policía que mi madre es de derechas, que vota a Aznar, que no tiene nada que ver con mis posiciones políticas y que tenemos ideologías antagónicas pese a lo cual nos llevamos bien filialmente.
¡Qué alegría y qué alivio que Simón no siga a rajatabla los mandamientos de su Himno al ácrata y “respeta” a su madre! ¡Puf!
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Mientras tanto, Royo-Bloggers, ya deberías estar escribiendo vuestra carta a los Reyes Magos (de Oriente). ¿Des-oriente-ados? ¿Habéis sido malos? ¿No lo suficiente? Quizá deberías renovar vuestro arsenal casero de “progre comprometido” y ponerlo en lista. A saber:
• Las obras completas de Marx y Bakunin publicadas por alguna editorial sudamericana para citarlos en vuestros artículos. Mucho mejor si son de segunda mano.
• ¿Cómo andáis de Foucaults, Derridas y Vattimos? Seguro que os falta alguna obra para que la empleéis como punzón para rasgar el velo de Maya de la decadente y autocomplaciente cultura occidental. Haced un inventario, preguntad a vuestros colegas si tienen este o aquel libro. Pareceréis un intelectual inquisitivo y diligente, con hambre de “conocimiento omnicomprensivo” —como diría Simón—.
• ¿Qué tal algunos discos de música étnica y/o urbana de extrarradio? ¿El hijo de un millonario como Manu Chao, tal vez? ¿Algo más trash, indie y antiglobalizador? À vos choix… Pero los cantautores cuanto más desafinan, mejor poetas malditos son.
• Pedíos por Internet un sobrecito con semillas de marihuana para plantarlas en casa. Es ideal, ecológico y decora cantidad. Como complemento, pedid también una camiseta mohosa con el mensaje de que la
“mari cura el cáncer” .
<Ver nota de un Royo-Blogger al respecto>
• Coleccionad fanzines amateurs sobre movimientos okupa y de cultura multi-tutti-guay alternativa. Nada como ir por el Rastro o pillad por ahí fotocopias en cutre color ilegible.
• Comprad café y hierbajos en alguna tienda de comercio justo. Un poncho peruano también sirve.
• Cómo no, debéis dejar por el salón de casa, bien visibles, libros en lengua extranjera. Algo llamativo con el título —pongamos— “Empire”, “No-Logo”, “Die Postmoderne heute”, o “Das Phänomen Michel Houellebecq”, “La femme et l’Islam”. Siempre hay el riesgo de que esto se interprete como “globalización intelectual”. En ese caso, aferraos como podáis a eso que antes se denominaba “cosmopolitismo” y mencionad que recientemente habéis visitado los banlieues parisinos y que el asunto os preocupa en alto grado. Quedaréis fenomenal.
• Pedid a los Reyes Magos información sobre los “manifiestos de intelectuales” más molones del año 2007. Seguro que podéis aflorar como acreditado “escritor y periodista” en listas de firmantes comprometidos con algún rimbombante asunto —muy lejano— que no tenga nada que ver vosotros. Cuantos más manifiestos firméis, más importantes pareceréis. Es cuestión de estrategia y de ubicuidad mediática.
• Finalmente, revisad vuestro vestuario. Poned en vuestra lista real alguna petición de ropa de segunda mano de “Humana” o camisetas de alto contenido semiótico (“I rock”, “Free Patagonia”, “Rebelde Way”). Pero no la lavéis mucho y combinadlo todo con un look-casual de mal afeitado trasnochado.
Hasta aquí, nuestro catálogo navideño. La clave no es ser de “izquierdas”, sino armar ruido. Si nos hacéis caso, quizá os den una bequita o podáis impartir algún máster “postmo” en la UCM. Nunca se sabe.
¡Felices Royo-Fiestas!